Como han pasado los años…
Hoy debería de ser un día en el que a estas horas debería de estar en mi cama dormido, en vez de estar escribiendo esta entrada.
Se trata de la fecha más especial para los niños (Además del 30 de Abril y de su cumpleaños). Hoy era el día en el que estarías en tu cama dormido y con la ansiosa espera de que los Reyes Magos llegasen a tu casa a dejar los regalos que con muchos días, quizás semanas, habías dejado en tu árbol de navidad o en el zapato.
Al despertarte (Claro, debidamente a las 7 de la mañana) o antes de ser posible (Cosa que ni en pedo lograrías hacer consciente en cualquier otra fecha) y asomarte a ver si ya estaban los regalos a las faldas de tu árbol navideño. Era la fecha que más esperabas porque verías tus juguetes favoritos frente a ti y para ti. Sería el momento perfecto para que tuvieses en tus manos aquellos objetos que por mucho tiempo solo podías admirar detrás de un aparador en la tienda departamental o en el centro comercial que frecuentabas.
Era el momento para que mientras veías la televisión, pasaran entre corte y corte los juguetes de la temporada en los comerciales y que no pararas de decir: "Yo quiero ese, yo quiero este y ese también" el momento idóneo para presumir a tus amigos la autopista más fabulosa y radiante del momento o la barbie más hermosa que jamás se vio… para presumir con un buen sentido y sin ninguna maldad….
Ahora el tiempo pasó a pensar en lo que van a pedir tus hermanitos, tus sobrinos, quizás tus hijos (o en mi caso, el hermano del Perro) e ir por esos juguetes, quitar el encanto sensacionalista que causaba la fecha y la larga espera (Porque me crean o no, las noches del 5 enero para mi eran eternas, casi juraba que era equinoxio) y vivir el día ahora desde la butaca "de este gran escenario que se llama vida" para dejar vivir el momento a los actores principales: los niños.
Es tan difícil ver como dejas tus juegos de té para que ahora seas una gran chef o mesera de un restaurant.
Dejar aquel estuche con estetoscopio, jeringas y demás kit de doctor, para que ahora te dediques a ser un gran médico o ya de jodido usar las jeringas para meterte heroína o usarlas con periocidad porque eres diabético.
Ahora tienes que dejar tus muñecas y carriolas porque tienes unos hijos que mantener, un bebé que amamantar y al que hay que cambiarle los pañales y se le tiene que alimentar. Dejando también el portafolio de tu padre, por uno mismo y salir a la oficina para cumplir con el trabajo.
Dejar de idolatrar a tu barbie favorita y ser ahora una modelo, una prostituta o secretaria… quizás una gran pintora o escritora, una gran médico o psicóloga, mejor tal ve una gran mercadologa o diseñadora, como sea, no importa, has dejado de jugar con juguetes, para jugar a la realidad.
Es duro, si… lo es. Nadie nunca nadie nos enseño a jugar a ser grandes, no nos enseñaron a ser "respeto" "cordura" "amor", nunca nos ese tipo de cosas… que quizás desde muy pequeños nos enseñarían a ser algo en la vida… a lo mejor están los que si nos enseñaron a trabajar, a cumplir, a ser algo de provecho… pero a lo mejor, no estábamos jugando como creíamos, sino que nuestro personaje fue cambiado de historia y ya estábamos jugando, pero en el tablero de la vida, en el tablero de la realidad.
3 Comentarios :
Ay, querido, no sé si estoy sensible o qué, pero la nostalgia en tus palabras me conmueve.
Ánimo, mi niño. Véle el lado bueno a esto, y es que aún no tienes mi edad, así que te puedo seguir llamando así: niño.
Te dejo un beso,
MUD
Tienes el tino perfecto para lograr que tus palabras me hagan refelxionar un buen de cosas y atar cabos de otras que no se o me imagino....ya hablaremos otro dia mientras tanto quiero desearte...si quiero desearte amor querido Ab, amor y esperanza si es lo que te hizo falta...sabes lo decia antes pero no dejes que nadie te arrebate la ilusion...
Te amo y desearia que un niño tan dulce como tu tuviera menos de esas experiencias que duelen mi niño y te hacen como bien lo dices una pieza pequeña pero valiosa dle tablero de la vida.
"La rayuela se juega con una piedrita que hay que empujar con la punta del zapato. Ingredientes: una acera, una piedrita, un zapato, y un bello dibujo con tiza, preferentemente de colores. En lo alto está el Cielo, abajo está la Tierra, es muy difícil llegar con la piedrita al Cielo, casi siempre se calcula mal y la piedra sale del dibujo. Poco a poco, sin embargo, se va adquiriendo la habilidad necesaria para salvar las diferentes casillas (rayuela caracol, rayuela rectangular, rayuela de fantasía, poco usada) y un día se aprende a salir de la Tierra y remontar la piedrita hasta el Cielo, hasta entrar en el Cielo, lo malo es que justamente a esa altura, cuando casi nadie ha aprendido a remontar la piedrita hasta el Cielo, se acaba de golpe la infancia y se cae en las novelas, en la angustia al divino cohete, en la especulación de otro Cielo al que también hay que aprender a llegar. Y porque se ha salido de la infancia se olvida que para llegar al Cielo se necesitan, como ingredientes, una piedrita y la punta de un zapato."
Yo creo que nunca voy a dejar de ser chica, ni de jugar, ni de sorprenderme. Como dice Julio más arriba, es cuestion de volver a lo básico y no complicarse con las angustias al divino cohete.
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