El Ayer…

Hubo un momento de retrospección y coincidió con una entrada leída en el blog de Veela Latina, en el que menciona lo siguiente:

Seguro no lo saben pero este blog nació un día de desocupe (como no) de Navidad: 24 de Diciembre de 2007. Ya van cinco años de intermitencia narrativa (si es que a esto puedo llamar narración). Al leer mis primeros posts ni me reconozco y muchas veces hasta me avergüenzo, pero no los borro porque al fin y al cabo por muy idiota o patética que me viera, yo era esa persona y detalles descritos allí fueron los que me formaron como soy ahora. Y me encanta tener registro escrito sobre mi misma.

Y coincidió porque eso mismo pensaba desde el año anterior y me vino a la mente de nuevo el recuerdo por estar en estos lares, los blogs.

No es que sea un experto en literatura, en gramática, en letras y filosofo de tiempo incompleto. En realidad soy una persona muy ocupada y desorganizadamente organizado. Así como lo leen.

Al igual que Veela, siento pena ajena al leer ciertos post o la sarta de babosadas que puedo escribir (sin considerar el vocabulario…) pero probablemente eso es lo que era en aquel momento de su escritura y nadie lo va a cambiar, por más que yo borre el post o lo mantenga oculto.

Hay una gran responsabilidad al momento de escribir en un blog, en primera tener el cuidado y la precaución con la redacción y la ortografía y segundo, ser fieles a lo que se hace y se escribe. Esto último me recuerda al mensajito de los clubes en HarryLatino.com “Tu Club es un ser vivo, actualízalo constantemente” (o algo por el estilo), pero creo que no he respetado ninguna de las “responsabilidades” que yo considero propias de un blog, así que no entremos a ese tema.

Lo cierto es que este blog es un espacio enteramente mío en el que comparto cosas que probablemente les gusten, les entretengan o les sean útiles de alguna manera (yo no le veo utilidad a otros salvo la mera diversión y ganas de perder el tiempo) pero de igual forma, aquí están publicados.

Probablemente lean entradas con terribles faltas de ortografía, con una pésima redacción, con algún detalle excepcional o probablemente no, pero así ha sido escrito y así ha pasado y la tierra ni ha parado de girar, ni tampoco ha sufrido un apocalipsis en cualquiera de sus variantes. Así que no se borrarán las entradas y todo seguirá como siempre: sin pasar nada.

Es nostálgico leerme y recordar el por qué de las historias, de las entradas, los post con mis un mil quejas y las que comentan los cambios, es muy chévere leerlo y más aún recordarlo. De alguna forma creo que preparo mi propio pasatiempo para cuando sea viejo y quiera recordar lo que algún día fui y ya no soy o para recordar lo que en algún momento de esta vida he olvidado.

Si pueden, no sólo lean blogs, sino que también háganse de uno, ahorita es sólo un momento de desahogo y diversión, al rato será para reencontrarse e inmortalizarse, aunque sea en letras.

Será entonces lo que probablemente para mi será: la herramienta para recordar lo que se fue y lo que no se será jamás.