Retrospectivas II

Acabo de leer en Facebook un post en el que fui etiquetado, lo que inevitablemente me ha hecho volver en el tiempo y recordar a ese “yo” de 19 años.

El post inicia con la siguiente frase:

Mientras otros pensaban en ligar, beber e ir de antro; yo pensaba en varitas, magia y Hogwarts.

Y no es que no pensará en ligar, beber e ir de antro, de hecho creo que el 2009 fue el año en el que más tome como nunca en toda mi vida,  en cantidades industriales y cuando digo INDUSTRIALES va enserio, pero sólo no eran mis prioridades principales, había otras cosas en que pensar y en que ocuparse.

De hecho el post anterior fue hecho porque justo un día como hoy pero del 2009 estaba de campamento con los chicos del club, ya saben, el de Harry Potter.

Fue el primer campamento, el primero de tres.

En general cuando se hace algo bien es inevitable no jactarse de lo estupendo que fue ese “algo” y del trabajo que ha costado sacar adelante cualquier proyecto en el que definitivamente uno nunca ha tenido experiencia previa. Por esa misma razón tiene su valor agregado, porque el 90% de las cosas que hacíamos por el club nunca habían sido hechas anteriormente y menos por nosotros, por mi.

De modo que ese primer campamento fue toda una experiencia.

El modo en el que pueda comentar todas mis experiencias en el club no son ni serán las mismas que puedan contar las personas que forman o han formado parte del mismo ¿por qué? porque mi puesto siempre ha sido estar detrás del telón, preparar, crear, organizar, mover, cambiar, quitar, poner… en fin, hacer todo lo que en un principio siempre me han dicho: “NO SE VA A PODER” y termina haciéndose, pero eso justamente ha sido lo más mágico de mi mundo y de mi papel en el club, porque es tan estresante como divertido.

Recuerdo que la idea surgió en Enero o Febrero de 2009 en algún rato de ocio y divague con Monty (como siempre) y tan pronto como se planteó la idea comenzamos con la serie de cotizaciones y la intensa búsqueda de lugares apropiados para poder albergar a 50 personas vestidas con atuendos alusivos a  Harry Potter durante todo un fin de semana.

Pero eso no era lo pesado ni tampoco lo remotamente difícil, lo difícil era planear un menú para que comieran 50 personas durante 3 días y mantener entretenidas a esas mismas 50 personas por los mismos 3 días.

Ahora que lo pienso, no sé siquiera qué estaba pasando por nuestras dañadas cabezas al momento de ponernos a organizar algo así, el sólo hecho de pensarlo me estresa y me cansa, ahora imaginen hacerlo.

La idea o más bien mi idea era salir de “excursión” con los chicos del club porque estar en un sólo lugar reuniéndonos siempre hacía “monótonas” las reuniones (pese a que siempre se hacía algo diferente) por lo que debíamos de cambiar de ambiente, de lugar y hacer algo justamente “diferente”.

Y lo conseguimos. Jajajajaja no puedo no reírme, lo siento, pero sucede que siempre y en TODOS los campamentos que hemos hecho siempre organizaba el plan más guay de todos los tiempos, las actividades más geniales para realizar fuera del Parque en el que nos reuníamos y al final por una razón o por otra, nunca hacíamos NADA de lo que habíamos establecido en el plan de actividades para esos 3 días de campamento y sin embargo, TODO salía perfecto. jajajajajajajaja irónicamente se divertían y eso era lo genial de los campamentos.

Lo mejor era ir al super a comprar la comida y llenar más de 6 carritos con infinidad de alimentos, como si decidieran 4  o 5 locos prepararse para el fin del mundo y abastecerse de todo el alimento posible.

No lo sé, son fechas de recuerdos y divagues mentales que me recuerdan eso que era, una persona completamente diferente a lo que ahora soy, pero el mismo esencialmente o parcialmente.

Como sea, fue divertido.

Y ahora sigue siendo divertido, pero también añorante.