Una de las cosas que más me apena decir abiertamente en publico es: “Me gusta Harry Potter”.
El sólo hecho de decirlo hace que la gente ponga cara de “WTF” y empieza el etiquetadero de adjetivos calificativos. Esto puede causar dos cosas en mi: la primera es reírme desenfrenadamente. ¡Real! creo que la cara de impacto sería menor si les dijese algo como “amo la pornografía” y la segunda cosa que ocurre ipso facto es: cortar el tema.
¡No hay más! o lo aceptas y vives con ello o lo guardas para los allegados. Lamentablemente mis allegados son en un 90% seres Pottéricos lo que no me genera el más mínimo conflicto, pero no le quita el chiste al otro 10%.
Así que bueno, lejos de verlo como un problema o inconveniente es más bien algo agradable y se preguntarán ¿en dónde esta lo agradable? pues que me encanta como se pueden compaginar dos mundos en uno, el mundo “Potter” y el mundo “muggle”. (Lo siento, no encuentro una mejor palabra para la vida real en la que Potter no es mencionado de forma casual… si, ese mundo en el que vivimos)
Me encanta como estando con los Potter puedes hablar de lo que sea y siempre sale a colación alguna broma o frase que pone en sintonía a todos al unísono, que surge un tema y se relaciona la situación con algún personaje o momento de la saga, que se habla igual de Kelpies, Quidditch, Acrómantulas o ratas y para todo aquel que no lo capta hay una posible explicación: seguro es muggle.
Y para todo lo demás, para el mundo “real”, no existe nada nuevo ni novedoso, es igual de divertido hacer las analogías de la vida con personajes de la historia mundial, con situaciones actuales y pasadas, con los deportes tradicionales, los animales más conocidos o incluso con los personajes de las telenovelas.
Lo que me pone a pensar en algo…. Si todo es relativamente igual ¿Por qué la cara de asombro si digo que me gusta Harry Potter? Insisto, dejen de ver la saga para niños sólo por que hablan de magia y es fantasía, ya lo he dicho en un sinfín de ocasiones: No creo que Harry Potter exista, pero sin embargo su mundo y la historia como una saga, como una historia justamente, es fantástica.
Lo mismo da si se juega soccer y ven a ese deporte como lo más guay del mundo, yo juego una variante de Quidditch y es igualmente divertido, sano y en momentos más violento que el Futbol Americano. ¡Harvard tiene equipo de Quidditch! #dealwithit
En resumen: en gustos se rompen géneros. Todo gusto es personal y a su vez universal, todo parte del respeto y la tolerancia.
Y para cerrar esta entrada, una imagen que me ha partido de risa, por irónica, por cierta.
1 Comentarios :
Eres freak, acéptalo. Jaja, te entiendo perfecto. Es inevitable relacionar cosas muggles con las mágicas. A mí me pasa mucho con los colores, siempre estoy al pendiente de eso. Creo que es derivado de que HP no definió de algún modo nuestra forma de vivir y convivir. Somos freaks.
Publicar un comentario
No siempre podremos estar de acuerdo en todo lo que decimos, pero no lo sabremos hasta que lo expreses. ¡Comenta!