No sólo se puede ser orgulloso, sino también se puede uno sentir orgulloso. Naturalmente, en todo el mejor sentido de la palabra.
Existen muchísimas razones por las que me siento orgulloso de ser mexicano y una de ellas (sino es que la primera) es nuestro Himno Nacional.
Resulta curioso que su composición se logró gracias al encierro al que fue sometido Francisco González Bocanegra por parte de su esposa e irónico que la musicalización corriera a cargo por parte de un español: Jaime Nunó.
El himno esta escrito usando un vocabulario del español “antiguo”, es decir, muy de la época (recordemos que toda lengua tiene vida y evoluciona según las necesidades de los hablantes y de la misma comunicación) y este mismo detalle lo hace interesante.
En la secundaria me hicieron “traducirlo” para entenderlo mejor y ¡vaya que lo entendí!. Esa actividad me hizo darle otro sentido y valorarlo más, como bien lo decía mi profesor: Este himno es un llamado a la guerra.
Las circunstancias del México de ayer hicieron que se aceptará este himno como el himno nacional después del rechazo de otras letras y composiciones. Seguramente la selección de este es y ha sido uno de los aciertos más grandes que se ha tenido en toda nuestra historia.
Lo dejo por acá con la esperanza de que alguien lo encuentre igualmente bello como yo y que el sentido estético del mismo vaya más allá del sentimiento nacionalista.
0 Comentarios :
Publicar un comentario
No siempre podremos estar de acuerdo en todo lo que decimos, pero no lo sabremos hasta que lo expreses. ¡Comenta!