¿Y los indignados?

Lean esta columna y opinen.

Es un tema muy particular por lo que pasa en México y no lo podemos comparar con países como Egipto, España, Chile, Brasil, Grecia o Estados Unidos. Todos tienen una razón para salir a las calles y manifestarse, pero no todos tienen ni las ganas ni el interés de hacerlo.

En un país como en México en el que se jactan todos los medios y el mismo gobierno de la soberanía que existe en los medios de comunicación y en la grandiosa libertad de expresión de la que todos y cada uno de los mexicanos gozamos… ¿qué podemos decir? ¿cómo la usamos? ¿cómo la interpretamos?

Hablo nuevamente de la interpretación que cada uno quiera darle (en mi entrada pasada hable de “interpretaciones” o percepciones).

Si razones no nos faltan para salir a las calles y decir: ¡YA BASTA!, pero son estas mismas razones las que pueden llegar a mover grandes masas sin necesidad de que sean “acarreados”, sino que cada persona salga a la calle por voluntad propia y haga uso de aquella libertad de expresión que todos deben gozar de la misma manera en la que se pregona.

Y no en señal de conformismo me pregunto: ¿Para qué? ¿Qué va a cambiar?

En México nada. Ya no se trata de decir “esta todo perdido” sino mal manejado, mal utilizado y mal entendido.

¿Por qué tendría que salir a las calles para apoyar a los maestros del SNTE para que NO SE LES EVALÚE sus conocimientos y por lo tanto, se pueda conocer y medir las capacidades de las personas de las cuales depende la enseñanza de los niños y jóvenes de México? Porque no lo apoyo, por que estoy de acuerdo en que los maestros deben ganarse su lugar en el gremio no por el tiempo, sino por sus conocimientos.

¿Por qué tengo que salir a las calles para que destituya al actual Presidente? Porque pese a que no tenemos una eminencia como nuestro representante nacional, me importa más lo que pueda lograr y lo que está haciendo, más que el partido al que pertenece o la miseria intelectual que tenga y ¿por qué? por que no toma las decisiones el solo (¡A Dios gracias!) sino con un equipo de colaboradores y si en conjunto toman buenas decisiones para TODOS ¿Para qué quejarme entonces?

Nublamos nuestra visión por nombres, caras y colores, más no por los logros que se alcanzan y se hacen.

¿Manifestarme por el alza en el precio de la gasolina? ¿Para qué? La gasolina es subsidiada por el gobierno y se paga una cuota “considerable” pero doble moral de los quejosos que hablan del medio ambiente y el respeto y cuidado al mundo cuando los primeros que se quejan son estos que tanto pregonan su lado Green Peace… Dejen de usar el auto, ahorren. De igual forma no bajará la gasolina.

En fin… tengo muchos ejemplos por los cuales puedo manifestarme y en realidad me da mucha pereza enlistarlos. Lo que si puedo decir es que hay cosas que no van a cambiar por más que queramos. Hay miles de cosas por las que realmente vale la pena salir a las calles y justifico las razones, más no los actos que preceden a estas manifestaciones (tanto nacionales, como mundiales) pero me gusta ir a lo seguro y hasta que no se me garantice el éxito de la protesta, no existe mayor razón por la que se tenga que perder el tiempo y las fuerzas para una causa perdida.

¿Qué si estoy en lo correcto? ¿Qué si me equivoco? La verdad es que es muy subjetivo pensar en lo que es correcto o no lo es. YO prefiero trabajar o estudiar y perder en eso mi día a hacerlo en algo en lo que sabemos que va a acabar en: Sangre y disturbios o sin ninguna resolución.

Miren nada más a los ex empleados de LUZ Y FUERZA que después de casi 4 años de su extinción, siguen cerrando calles, entorpeciendo el transito vehicular, gastando más dinero del que tienen y por su puesto, sin respuesta fija.

No preguntaré por los indignados mexicanos por que son parte de una idea de “seguimiento” y “solidaridad” más que de inconformidad. En el fondo sabemos que manifestarse aquí en México no vale la pena, por que todo seguirá igual (con sus respectivas y grandes excepciones) mejor preguntaré ¿Valdrá la pena que salgan los indignados a las calles?

¿Y qué se necesita? Se necesita de una razón MUY poderosa que mueva masas, que mueva a TODO un país, no sólo a unos cuantos. Cuando eso pase, la presión política será nada comparada con la social, pero realmente debe ser esta razón una razón que valga la pena, una razón que mueva a las personas, que las afecte directamente para que quieran formar parte de eso, no algo con lo que pueden vivir con o sin ello.

Pero no se nos olvide que afectar a terceros sin DEBERLA ni TEMERLA, no es una manifestación, no es libertad de expresión, es libertinaje y vandalismo disfrazado de razones y repudio. Y es ahí cuando se pierde todo sentido y valor y lo convierten los mismos integrantes en un acto que merece ser castigado más que apoyado.

Organización, sentido, valor.

 

Se los digo yo que pude hacer una marcha con 700 fanáticos y funciones de cine de 900 personas, por alguien que no existía pero que sin embargo significaba mucho más que un personaje, un libro, una saga para TODOS los asistentes.

Entonces, la razón es la que mueve y mueve bastante.